Taller de Fotografía

Durante mayo y junio de 2012, recibimos la visita de Fotografi Senza Frontiere (del grupo Fotógrafos sin Fronteras). Nuestros profesionales estuvieron sacando fotos por el barrio... ah! y también ayudaron los fotógrafos italianos! Nuestros saludos y los mejores éxitos en los próximos destinos a los tanos! Más fotos en nuestro facebook: Isla Maciel.

Cumplimos 4 años!

El pasado sábado 9 de junio cumplimos 4 años de Envión. ¿Qué es el Envión? Cuando comenzábamos a trabajar, allá por el 2008, nuestra mirada profesional trabajando en el ámbito de la inclusión social nos decía que el Envión era (y es) un espacio de socialización alternativo. Esto es, está la familia, está la escuela, están los pibes de la esquina, cada institución con sus propios valores, con su propia norma, transmitiendo un determinado modo de ser a los adolescentes. En este sentido, el Envión, decíamos, es otro espacio de socialización. Ni mejor ni peor, sino distinto. Hace unos días atrás, presencié una clase abierta del juez Zaffaroni. El decía que hay algo que unos tienen y les sobra, mientras que otros no poseen. Tiempo. A algunos les sobra el tiempo, casi que lo pierden, raudamente; mientras que otros andan a mil, como si no tuvieran tiempo para nada ni nadie. ¿Qué hacemos frente a esto?, se preguntaba el juez. Organizar. Organizar el tiempo. Esa es su propuesta. Creo que el Envión trata de hacer esto. El Envión organiza el tiempo, organiza el tiempo de los pibes de otro modo, a partir de los objetivos que persigue de su normativa el Envión propone otro tipo de organización en el tiempo de los chicos y chicas que día a día vienen a la sede. Y a nosotros también nos ha organizado. Nos ha organizado una mirada distinta acerca del barrio. En estos 4 años hemos aprendido a ver y dejarnos ver de otro modo. Por eso, ayer viernes 15 de Junio de 2012, hemos festejado a lo grande estos maravillosos 4 años juntos!

Mural


Pidieron permiso, mezclaron colores, discutieron el motivo y de golpe, MURAL!
Entre los chicos y los tutores, con calma y cariño, hicieron este mural en la canchita del Envión.
Luego eligieron una frase de Bob Marley para dejarnos pensando:
"No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu presencia se sienta".

¿Qué ves cuando me ves?






¿Qué ven?
¿Qué ven los chicos cuando ven su propio barrio?
Estas cinco fotos algo muestran acerca de esa mirada que los chicos tienen sobre la Isla Maciel.
La primera muestra al río, ese riachuelo que marca el límite con la Capital, es posible ver restos del muelle de madera y el bote que por $1 nos cruza en ese breve trayecto.
La segunda, indica el destino final del 570 de la Tomás Guido que nos sigue conectando con ese exterior cercano y de fácil acceso.
¿Cuántos años tendrá el cartel de Coca-Cola del bar de la tercera foto? ¿Quiénes habrán tomado un café allí? ¿Qué historias tendrá este lugar emblemático del barrio?
Cuarta foto. Restos de la Cooperativa Isla Maciel. ¿Qué habrá producido esta cooperativa? ¿Cuándo habrá nacido y cuándo habrá cerrado? Ahora se la usa como casa de familia, en la parte de la planta baja, ya que como puede verse a través de las ventanas: no hay parte superior.
La última foto nos deja ver el chaperío de uno de los pasillos del fondo.
¿Qué ves vos, blogger, cuando ves lo que los chicos ven?

Vamos creciendo...




Vamos creciendo. De a poco, pero a paso firme, vamos creciendo. Y crecer obliga a reflexionar.
Hace 3 años, por junio de 2008, comenzábamos a dar nuestros primeros pasos, a veces titubeando, a veces tropezando, pero seguros de cuál era el camino que debíamos seguir.
Aquellos primeros pasos los dimos en un Convento amplio, con espacio al aire libre, con pocas aulas, pero con muchas ganas de cobijarnos. Usamos una oficina muy pequeña, diminuta, apenas entrábamos Luis, Agustín, Virginia y yo (Maia). Era el "cuartito de los borrachitos" para el barrio (pues allí había funcionado alguna vez Alcohólicos Anónimos).
Luego el Convento creció. Más aulas, más oficinas.
Nos mudamos a una oficina amplia, donde Luis, Agustín, Claudio, Lalo y yo pudimos seguir dando pasos, pequeños pero importantes pasos.
Los chicos ya no eran 20, sino 100.
Luego, Luis decidió que era tiempo de seguir creciendo profesional y personalmente y se animó a dar unos pasitos por otros lugares y así comenzó a trabajar en el Hospital Argerich, con el mismo ánimo y grandeza que lo distinguió siempre.
Nos acompaña ahora Inés, una gran caminante de la vida. Y se sumó como parte del Equipo, Paola. Que nos psicologea.
Y con 120 pibes, el Convento quedó chico. Quedó chico para tantos pies, tantas manos, tantas cabezas, tantos corazones.
Hoy nos mudamos.
Y seguiremos creciendo.
Como hasta ahora.
Con errores, pero también con aciertos.
Con ganas, con convicción, con alegría.
Mezcla de sensaciones.
Entusiasmo por la casa nueva, añoranza del que hasta ahora fue nuestro primer hogar.
Compartimos con uds. tres fotos del frente de la nueva (hermosa y enorme!) sede.
Prontito iremos subiendo fotos con los chicos y grandes que le damos vida.

Homenaje a los perros de la Isla Maciel






Era callejero por derecho propio,
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.
Aunque fue de todos, nunca tuvo dueño
que condicionara su razón de ser,
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.
Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta
ni rendirle cuentas al amanecer.
Era nuestro perro, y era la ternura
que nos hace falta cada día más,
era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.
Era nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad,
era de los niños y del viejo Pablo,
a quien rescataba de su soledad.
Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar,
era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.
Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó,
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.
Nos dejó el espacio como testamento,
lleno de nostalgia, lleno de emoción,
vaga su recuerdo por los sentimientos
para derramarlos en esta canción.

Antes de irnos...



Nos vamos del Convento. Nueva etapa, nuevo desafío, nueva casa.
Antes de irnos, compartimos estas fotos del Convento tal como lo encontramos hace 3 años, cuando aún no estaban las aulas del fondo, ni la cooperativa textil, y la ropa aún se colgaba en el patio. Como ocurre en las mejores casas de familia. Que es lo que somos!
Vamos a extrañar el Convento, espacio del barrio, pedacito nuestro, lugar mágico.
Y también vamos a disfrutar de la nueva, hermosa y amplia sede!
Aquí van las dos fotos.